domingo, 10 de octubre de 2010

Ortotipografía: coma, punto y coma, punto, dos puntos

Un error frecuente en manuscritos, tesis y hasta publicaciones es la correcta grafía de los signos de puntuación. No me refiero aquí a emplear el signo correcto (afortunadamente, la tecnología sola se encarga de eso, puesto que no debemos de elegir entre varios tipos de comas), sino a saber dónde van los espacios en blanco, junto a qué palabras se escriben y cuántos espacios deben escribirse antes o después.

Este artículo se concentra en cuatro signos de puntuación: coma, punto y coma, punto y dos puntos. Los cuatro comparten las mismas reglas.

Reglas ortotipográficas
  1. Jamás se escribe espacio en blanco antes del signo.
  2. Después del signo siempre se deja un espacio en blanco.
  3. Siempre se deja únicamente un espacio en blanco.
Manuales de mecanografía muy viejos (y de otras latitudes) recomendaban el uso de dos espacios en blanco después de punto y de dos puntos. Una vez escuché una regla apócrifa que incluso dictaba el uso de dos espacios en blanco después de punto y coma. Esta última regla, según comprobé años después, es exclusiva del mundo anglosajón y ya no está vigente.

Si bien los manuales de estilo de las casas editoriales podrían estipular que se utilicen dos espacios después de punto y dos puntos, la tendencia actual es la de dejar únicamente un espacio, debido a los problemas de diseño derivados de trabajar con dobles espacios. En lo personal, considero que el uso de un único espacio después de punto contribuye al equilibrio de la página y a la belleza del libro.

Correcto

Sobre la mesa encontraron libros de todas clases: diccionarios, obras literarias, enciclopedias, obras de referencia y hasta modelos para armar. Ninguno de ellos llamó la atención de la niña, obsesionada como estaba, con su pequeño volumen rojo, perdido para siempre.

Incorrecto

Sobre la mesa encontraron libros de todas clases : diccionarios , obras literarias ,enciclopedias,obras de referencia y hasta modelos para armar.   Ninguno de ellos llamó la atención de la niña, cuyo llanto ya era incontenible;  se había perdido su pequeño volumen rojo , irrecuperable en el abismo.


¿Por qué debo preocuparme de escribir bien los signos?
Se necesita dedicación para encontrar este tipo de errores, pero es el tipo de cuidados que el autor debería empeñar en su texto y no pasar por alto bajo la excusa de que para eso habrá correctores. ¿Por qué no adelantar el trabajo escribiendo bien los signos de puntuación desde el inicio? Ganarán todos: autores, correctores, editores y, sin duda, lectores, al ver llegar a sus manos textos depurados y limpios, con menos posibilidades de error y en plazos más cortos.

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