domingo, 10 de octubre de 2010

La coma en enumeraciones complejas

Como parte de la serie sobre el uso de la coma en enumeraciones, ya tratamos el tema del uso de la coma en enumeraciones simples, abiertas y cerradas. Ahora corresponde pasar a las reglas sintácticas de las enumeraciones complejas en las que la coma por sí sola es insuficiente para garantizar la lecturabilidad de la oración.

En una enumeración compleja, los componentes de la lista ya no son una sola palabra o concepto: son al menos dos núcleos coordinados entre sí y que, obligatoriamente, separo entre ellos por medio de comas. De esta manera se forman “parejas”, por así decirlo, que van de la mano dentro de la lista más grande. Para hacer las distinciones correctas, se acude al auxilio del punto y coma:

Cada grupo irá por un lado diferente: el primero, por la izquierda; el segundo, por la derecha; el tercero, de frente.

Para hacer más visible la relación entre los elementos, podemos descomponer la lista como sigue:

  1. el primero, por la izquierda
  2. el segundo, por la derecha
  3. el tercero, de frente
La lista se compone de tres elementos, pero cada elemento es una pareja de dos conceptos distintos: un grupo y una dirección. En la horizontal, las parejas se separan por comas; en la vertical, por punto y coma. Así tengo dos niveles semánticos claramente separados gracias a la combinación gráfica de signos distintivos.


¿Y si es una lista cerrada que usa conjunción?
Según vimos en el artículo de enumeraciones simples, existe una regla de oro que se aplicaba en ese contexto: jamás se escribe coma antes de la conjunción.

En las oraciones complejas esta regla desaparece y se dispone de dos alternativas: se puede escribir coma o punto y coma, sin que exista ninguna indicación por parte de los gramáticos para sugerir que una y otra sea más o menos “correcta”.

En el armario colocó la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y los alimentos, en la despensa. (DPD, “Coma”, §2.1).

Se dieron cita el presidente ejecutivo, Francisco Ruiz; el consejero delegado, Pedro García; el vocal, Antonio Sánchez; y el secretario general, Juan González. (DPD, “Punto y coma”, §3a).


¿Por qué se necesita el punto y coma?
La coma es democrática: todos los componentes tienen la misma jerarquía, están en el mismo nivel. ¿Pero qué pasa cuando tengo varios niveles de enunciación?

El segundo ejemplo citado arriba es perfecto para mostrar la confusión que se produciría al reemplazar el punto y coma por comas:

Se dieron cita el presidente ejecutivo, Francisco Ruiz, el consejero delegado, Pedro García, el vocal, Antonio Sánchez y el secretario general, Juan González.

Mientras que en la primera versión tenía una reunión de cuatro personas, en la segunda oración se reúnen siete individuos; a unos los llamo por su nombre y a otros por su cargo. A lo mejor puedo decir que están desordenados; a lo mejor podría agrupar cargos de un lado e individuos de otro; pero siguen siendo siete. ¡Pequeño detalle!


¿Y si la enumeración intercala elementos simples y complejos?
En este caso, es necesario primero revisar el estilo y analizar por qué se produce esta enumeración mixta. Si está plenamente justificada, es coherente y, en efecto, deberá quedarse así, se aplicará esta otra regla: basta que uno de los componentes de la enumeración sea complejo para forzar la introducción del punto y coma.

Por esa razón, y para no afear o recargar demasiado una enumeración que de por sí pueda ser compleja, vale la pena revisar con mucho desapego por la primera versión y ver si es mejor reformular la enumeración para unificarla, ya simplificando todos sus componentes, ya armando parejas complejas en toda la lista.

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