domingo, 22 de agosto de 2010

Solo para bibliófilos: libros bellos a la medida

Quienes predicen el paso a la era digital, también ven el libro como un objeto de culto, una lujosa artesanía, más valiosa cuanto más tradicional sea su confección.

Ese futuro ya ha se ha hecho realidad en el Taller de Encuadernación de Rochwinë Éowinë, la empresa del artista costarricense Luis Carlos Montero Umaña, quien se dedica al arte de la fabricación del buen y viejo libro, el fabricado a mano, el heredado de tiempos anteriores a la imprenta y al iPad.
Según cuenta en su sitio web, aprendió su arte de un cura franciscano español, originario de Toledo, quien también le enseñó caligrafía.


Comenzó por fabricarse sus propios diarios al estilo de antiguos códices, ya fueran con estilo medieval o simulando los lujosos empastes de diversas épocas.

Lo que se inició como una actividad escolar pasó a ser un placer solitario, un hacer-para-uno-mismo. Finalmente llegó a convertirse en actividad de lucro, conforme otras personas descubrieron su arte, así fuera por casualidad o amistad. Hoy el taller Rochwinë Éowinë (nombre obtenido en una mezcla de Sindarin, una de las lenguas inventadas por J.R.R. Tolkien, y anglosajón) acumula una hermosa colección de productos diseñados según las necesidades y caprichos de sus compradores.

Además de la galería en el sitio web, en donde destacan hermosos objetos como el morral del peregrino y los plumines medievales, se le puede seguir a través de Facebook, en donde se ven más productos originales –más que “productos”, verdaderos objetos de culto, libros “bellos” en todo el sentido del término–, como el morral del libro de las sombras.

 

Los veo y pienso que los futurólogos del libro tienen razón: el libro bello, el arte del viejo libro, tardará en desaparecer pero será cada vez más costoso, cuanto más comunes se hagan los iPad, Kindle y toda suerte de artificios tecnológicos para leer.

Estos códices, diarios, morrales y plumas son objetos irresistibles para un bibliófilo o bibliófila, como soy yo misma y como, acaso, lo sea también usted. Ante objetos, tan bellos y artísticamente diseñados, ¿acaso puede uno resistirse?



P. d.: Gracias a Seidy M., otra querida bibliófila, por la dirección e información de este taller. 

2 comentarios:

  1. Cada libro es la historia que contiene, pero que se viste de gala en los libros de Luis Montero. En realidad cada detalle es una celebración a la letra escrita. Felicidades por el artículo.

    ResponderEliminar
  2. Jacqueline, que honor ser tomado en cuenta por usted en su blog.

    Gracias a aportes como el suyo es que el "buen y viejo libro, el fabricado a mano, el heredado de tiempos anteriores a la imprenta y al iPad." no desaparece, y más bien con cada día que transcurre se consolida cada vez más como una obra de arte.

    Disfruté la lectura de su artículo. Su estilo de redacción y las bellas palabras que escoge tienen la virtud de transportarlo a uno a esas épocas en que se originó este hermoso quehacer.

    Muchísimas gracias de todo corazón.

    A Seidy, gracias por la recomendación. A Vero, gracias por tu hermoso comentario.

    Luis Montero ( Rochwinë Éohwinë )

    ResponderEliminar