viernes, 11 de junio de 2010

Navegador al servicio de la investigación y la escritura

Sin duda investigadores más experimentados habrán encontrado otras maneras de personalizar su navegador. En este artículo compartiré las funciones básicas que encuentro imprescindibles en un navegador web para acompañar mis labores diarias de investigación y escritura.

¿Cuál navegador elegir?

La respuesta depende de varios factores. En primer lugar, la plataforma utilizada. Si se usa Mac, el Safari es el programa más rápido, elegante y estable en su relación con otros programas; pero Firefox funciona bien, aunque mucho más lento y tiende a utilizar demasiados recursos del sistema. En Windows, la mejor opción es Firefox: rápido, completo y con muchos complementos necesarios.

Barra de favoritos

Conviene activar la barra de favoritos, para situar ahí los sitios web que más visitamos. Si bien en los favoritos en general podemos tener cuantas direcciones web queramos, siempre hay un conjunto básico de sitios indispensables a los que necesitamos regresar diariamente. Estos son los que deben ir en la barra. Es conveniente editarles el nombre y dejarlo en la menor cantidad de caracteres posible (entre 3 y 5) para tener más botones en el mismo espacio.

Los motores de búsqueda

Una función esencial para la investigación, la edición y la corrección son los motores de búsqueda, usualmente situados en la esquina superior izquierda, en la barra de herramientas. Tenerlos ahí, para su acceso rápido (sin necesidad de abrir una página web para emplearlos), ahorra tiempo; por lo cual es esencial tener los buscadores que más utilizamos en nuestro diario investigar y corregir.

El Firefox trae algunos buscadores predeterminados, como Google o Wikipedia. Ahí se puede desplegar el menú de todos los buscadores (pulsando el pequeño triángulo negro); al final del menú aparece la opción Administrar motores de búsqueda. Desde ahí se obtienen buscadores adicionales, a través de la página de complementos para Firefox. Recomiendo los siguientes: diccionarios diversos al gusto (Real Academia Española [DRAE], Webster’s, Longman), Enciclopedias (Wikipedia en inglés y español, Reference), Google imágenes, Google Libros y otras bases de datos que puedan ser de utilidad (Amazon, IMDB, eBay).

La limitación de los buscadores de Firefox es que dependen de los complementos que los usuarios hayan subido al sitio. Algunos de estos complementos se desactualizan con el tiempo y dejan de funcionar, como le ocurrió al buscador del Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD), unos años atrás.

El Safari 5 incluye tres motores de búsqueda predeterminados, pero la solución perfecta es un complemento gratuito llamado Glims. Entre sus muchas funciones de utilidad, una de las que más destaca para el investigador empedernido es la capacidad de añadir cualquier motor de búsqueda, sin necesidad de acudir a un complemento específico. Basta seguir las instrucciones en su sitio web y, al instante, casi cualquier diccionario o base de datos estará disponible a nuestro alcance. De esta manera, se puede añadir una variedad de diccionarios mucho más amplia que en Firefox, por mencionar algunos: DRAE, DPD, WordReference, Merriam Webster, Collins, Online Etimology, Etimo… Con el Glims, prácticamente cualquier sitio web o motor de búsqueda favorito queda al alcance de nuestros dedos.

La única limitación del Glims es que solamente funciona en Mac. Los usuarios de Windows no podrán emplear este complemento y seguramente deberán contentarse con el Firefox.

Gestor bibliográfico

Ya hemos hablado en otro artículo de Zotero, un gestor bibliográfico que funciona como una extensión gratuita del Firefox. No hay –y no habrá, según dicen sus desarrolladores– versión para Safari; pero la extensión corre en Mac y Windows. Si este ha sido el gestor bibliográfico elegido por usted para administrar sus fichas, sin duda querrá instalarla en Firefox y utilizar este programa para navegar. Si ha elegido otros programas, como Sente o Bookends, podrá prescindir de esta función y mantenerse en Safari.

Envío de párrafos o páginas a programas gestores de información

Programas para la gestión, almacenamiento y organización de fragmentos de información, como DevonThink, Evernote y ShoveBox, incluyen algún complemento para el navegador, tanto para Firefox como para Safari. Conviene asegurarse de tenerlos instalados para enviar la información rápidamente. Los usuarios de Mac también pueden hacerlo a través de los servicios, aunque en mi experiencia personal, los botones son la manera más rápida de capturar la información de páginas web.

Lectura en pantalla completa

Esta función la incluye la nueva versión de Safari 5 (apenas anunciada al mundo esta misma semana) y, con esto, se sitúa a la vanguardia de los navegadores para quienes debemos leer artículos académicos de cierta extensión. El programa automáticamente identifica si se encuentra ante un “artículo” y activa el botón lector a la derecha del campo de la dirección URL, en la parte superior del navegador. Cuando se pulsa este botón, el artículo pasa a primer plano, con un tipo de letra muy refrescante, sobre un fondo blanco (independientemente del color original de la página) y aislado del resto de la página por dos bandas grises translúcidas a los lados que, de paso, esconden todo lo que pueda estar en la pantalla. Esta manera de leer es sin duda más agradable y descansada para la vista; sin mencionar que contribuye a mejorar la concentración.

Sincronización con otros equipos

Un complemento indispensable es XMarks, disponible para Firefox y Safari, para Mac, Windows y Linux. Esta aplicación gratuita sincroniza todos los navegadores de un mismo equipo (el Safari con el Firefox) y todos los navegadores del mismo usuario en diferentes computadoras (la computadora de la casa y la del trabajo, por ejemplo), gracias a un servicio web en donde se almacenan los favoritos (bookmarks).

Otra de las ventajas del XMarks es que se mantiene como un respaldo permanente y actualizado de nuestra actividad con el navegador. Con esta aplicación, siempre será posible recuperar las direcciones guardadas, en caso de pérdida o de traspaso a una computadora nueva. Los favoritos también se pueden ver desde una página web, en caso de querer accederlos desde una computadora ajena.

Guardado de la sesión anterior

Una función muy útil para investigar es guardar los tabs o pestañas vistas la última vez que el navegador estuvo abierto. De esta manera, se puede continuar una búsqueda al día siguiente, exactamente en donde la dejamos, sin perder tiempo recuperando páginas o incluso tratando de recordar cuáles fueron las páginas visitadas. El Firefox es el más eficiente en esta función, aunque el Glims se la añade también al Safari.

En síntesis

El navegador web del investigador debe tener a la mano todo lo que este necesite: páginas web de acceso frecuente, diccionarios, bases de datos, captura de información, gestor bibliográfico (si se ha elegido esta opción), lectura cómoda, facilidad para recuperar la búsqueda del día anterior y sincronización. Con estas recomendaciones, personalizadas al gusto, el navegador se convierte en una herramienta cómoda y poderosa que vale la pena utilizar.

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